Hace unos días fuí a la maravillosa Formentera.
Una gran amiga, nominada varias veces mujer más elegante del mundo, me prestó su embarcación.
Me acompañó Mª José Cañellas. En Ibiza me es muy difícil tener la oportunidad de pasar todo un día con una sola persona con quien conversar o permanecer en silencio, y poder descansar.
Al final de la tarde bajamos a tierra en Espalmador.
Siempre que navego por la zona, visito a los propietarios de esta maravillosa isla.
No había nubes, ni viento, ni medusas. El mar era como un piscina. Fue un día perfecto, como he visto muy pocos.
Se ha publicado que la transparencia de las aguas de estas islas está en peligro.
Las anclas de los grandes yates destrozan la posidonia, responsable de oxigenar las aguas. Por el momento el gobierno no mueve ficha. Están encantados con la presencia de multimillonarios que navegan por las Pitiusas, lo que es, económicamente, comprensible.
Pero no hay que olvidar el dicho: "Pan para hoy. Hambre para mañana".
Al paso que vamos las playas de Ibiza tendrán este horrible aspecto. Las cremas y aceites solares, y las evacuaciones fisiológicas polucionan las aguas.
Unos políticos geniales han decidido multar a quien orine en el agua. Y eso que en las playas de Ibiza no hay servicios públicos. Como máximo hay un par de WC en los chiringuitos, y son solo para uso de clientes.
Para controlar si el agua del mar amarillea por la zona de la entrepierna de los bañistas, y poder multar al "marrano" evacuador, unos agentes, uniformados muy adecuadamente para la submarina taréa, bucearán en las playas.
Yo aconsejo: Menos multar orines y más controlar los asquerosos vertidos de aguas fecales en el mar, que tanto parecen gustar a los peces.
Y ya puestos a multar por banalidades, yo propongo que se multe, también, a quienes rompan las hamacas.
Que se multe a quienes no se depilen, como esos metrosexuales que invaden la isla.
Y que se multe, también, a quienes no sueltan el móvil ni cuando están en el agua.
Este verano, el gran merecedor del Premio Einstein Anémico, al despropósito político, es Ignacio Rodrigo, Concegal de Turismo del PP.
Ignacio Rodriguez, recién nombrado Conseller, propuso alargar los horarios de bares y discotecas. Vicent Serra, nuevo Presidente del Consell de Ibiza, anunció que llevaría la propuesta al Consell de Alcaldes.
Por suerte, la nueva alcaldesa, Sra. Sánchez Jaúregui, se opuso rotundamente a esa insensata y malsana propuesta afterhour.
Alargar los horarios de bares y discotecas supondría dar más tiempo a los jóvenes para consumir más drogas y alcohol. ¡Con la de kilos que ya se consumen en la isla!
Cada verano hay muertes y comas por abuso de drogas y alcohol. ¿Queremos más desmadre?
Para colmo, la demencial propuesta afterhour coincidía con los recortes en la Sanidad Pública.
Esta generación polidrogadicta, y dedicada al malsano deporte del botellón, sufrirá, a muy temprana edad, distintos tipos de enfermedades, y la Sanidad Pública no tendrá medios para curarlas.
Yo amo a Ibiza y Formentera. No soy del PSOE, ni del PP, ni de ningún otro partido. Yo soy del que lo haga mejor para la gran mayoría, y sin corrupción.
La gran pregunta es: ¿Quién lo hará mejor?
La gran pregunta es: ¿Quién lo hará mejor?